Tres indicadores de un neumático de alta calidad

Dado que el neumático es el único componente del vehículo que entra en contacto con la carretera, como es bien sabido, es el principal factor que determina la adherencia del vehículo y uno de los principales componentes de la seguridad pasiva. Hoy repasaremos tres características esenciales de los neumáticos que influyen significativamente en su calidad.

La carcasa, los flancos y la banda de rodadura son los tres componentes de cualquier tipo de neumático, como las llantas Michelin. Lo que hace que un neumático sea bueno viene determinado por la calidad de estos tres componentes.

1) Rigidez de la carcasa del neumático

Dependiendo de lo deportivo que sea el neumático, la carcasa puede ser más rígida o más flexible. La suavidad o rigidez del neumático debe estar equilibrada, y ésta es la primera consideración. Un neumático con una carcasa muy blanda será más flexible y hábil a la hora de absorber superficies irregulares; sin embargo, perderá mucha precisión en las curvas y en la dirección. Aunque un neumático de carcasa muy rígida garantizará un manejo superior del vehículo, afectará negativamente al confort del mismo.

Los flancos de las ruedas se ven directamente afectados por la flexibilidad de la carcasa; cuando las ruedas se doblan durante las curvas, se produce un mayor desgaste en los bordes, "redondeando" la llanta y mejorando la precisión de la dirección; cuando las ruedas no se doblan, la banda de rodadura, o dibujo de la banda de rodadura, permanece totalmente en contacto con la carretera.

2) Funcionamiento sobre asfalto húmedo

El comportamiento de un neumático en condiciones de lluvia es otra consideración importante. Aquí es donde sobresalen los neumáticos de alta calidad y donde los neumáticos "baratos" de dudosa procedencia se quedan cortos. Las distancias de frenado en suelo seco son esencialmente las mismas para neumáticos nuevos y viejos; pero, en tiempo húmedo, las distancias de frenado crecen en proporción directa al desgaste del neumático.

La capacidad del neumático para eliminar el agua de la carretera está correlacionada con la profundidad de los surcos de su banda de rodadura; cuanto menor es la profundidad de la banda de rodadura, menos eficaz es el neumático para eliminar el agua de la carretera.

Utilizando un neumático nuevo con 7 mm de profundidad en la banda de rodadura y frenando sobre mojado a 100-60 km/h, el automóvil necesita 50 metros para detenerse. Por el contrario, la distancia aumenta a 60 metros si la profundidad de la banda de rodadura se reduce a 5 milímetros. La distancia de frenado aumenta a casi 65 metros con 3 milímetros de profundidad del neumático. La distancia de frenado aumenta a 80 metros si la profundidad de la banda de rodadura se incrementa hasta el máximo legal de 1.6 mm, lo que entraña un peligro.

3) Calibre del caucho

En el agarre del neumático influye la calidad de la goma utilizada en su construcción, por lo que es crucial. Un compuesto muy duro no proporciona tanto agarre como uno más blando, ya que el primero se "amolda" mejor al asfalto y produce más resistencia, o sea, mayor agarre. Un compuesto muy duro ofrece menos resistencia a la rodadura.

El primer ejemplo de neumático de compuesto duro es el llamado neumático "verde", que reduce la resistencia a la tracción y ahorra así combustible. Sin embargo, su rendimiento en climas húmedos y fríos sería distinto al de un neumático más blando. Hay neumáticos deportivos y neumáticos fabricados para climas más fríos y húmedos que son adecuados para compuestos blandos. En este caso, el compuesto y el dibujo de la banda de rodadura contribuirán significativamente a preservar el máximo agarre en estas circunstancias.